Resumen. Mannheim, Ideología y utopía, I – Versión de Mireille Lescieur

Karl Mannheim, Ideología y utopía. Introducción a la sociología del conocimiento México, FCE, 2004, capítulo I, pp.33-88.
Resumen y síntesis de Mireille Lescieur Martínez

Síntesis

Mannheim da un panorama de la historia del desarrollo del concepto de ideología, cómo se puede estudiar, los aspectos que influyen en su concepción y en su práctica. Podemos entender dos conceptos de ideología: uno es parcial (donde se involucra más lo psicológico) y otro total (tiene que ver con la realidad sociohistórica); de esa forma analizará cómo surge el término de ideología como lo conocemos en la actualidad. De igual forma estos dos conceptos nos ayudarán a comprender cómo es que nuestro pensamiento va a estar determinado por el momento histórico y por la sociedad a la que pertenecemos. Una ideología es el conjunto de pensamientos individuales de las personas que conforman el grupo.

Resumen

El resultado de la mezcla de la política y del pensamiento científico, es que toda clase de política, se presenta como un todo científico y a su vez todo pensamiento científico tiene influencia política.

Esto tuvo consecuencias más que nada negativas, ya que la difusión de las ideas científicas fue tan extensa que las capas sociales debían buscar justificación en la política respecto a su posición. Es ahí donde comienza el pensamiento científico sobre sociedad y política. Esto permite estudiar una realidad más concreta, y de esa manera comienzan a plantearse problemas que permiten el contacto continuo común y el dominio sobre esa realidad en específico (la sociedad). Las crisis sociales y las exigencias de la vida social dieron la materia empírica a estudiar, las interpretaciones sociales y políticas y las hipótesis que ayudarían a analizar los hechos.

La peligrosidad que también podemos encontrar en la alianza de política y ciencia es que la crisis que afecta al pensamiento político se convierta en una crisis del pensamiento científico. La discusión política posee un carácter fundamental distintivo en la discusión académica; ya que no solo quiere tener la razón sino terminar con los cimientos de la existencia intelectual y social de su adversario, por lo que la discusión política penetra en los fundamentos existenciales del pensamiento en la discusión. El conflicto político, que es ya desde el principio una forma racionalizada de la lucha por el predominio social , ataca el estado social del adversario, su prestigio y su confianza en sí mismo.

En las democracias modernas, en donde son las ideas las que representan a ciertos grupos, la determinación social y existencial del pensamiento se volvió más fácilmente visible. La política fue la primera que descubrió el método sociológico en el estudio de fenómenos intelectuales; fueron las contiendas políticas las que permitieron al hombre percibir los motivos colectivos inconscientes que siempre orientaron al pensamiento. La discusión política es más bien una argumentación teórica, donde podemos darnos cuentas de los verdaderos intereses o las aspiraciones del grupo político, que de esa forma penetra en las raíces sociales de la teoría.

De esta forma se disuelve la concepción unitaria u objetiva del mundo y surgen una multiplicidad de concepciones divergentes del mundo y en los intelectuales una irreconocible pluralidad de estilos de pensamiento. Entonces aparecieron en el espíritu los verdaderos motivos de un grupo, donde surgen los conceptos ideología y utopía.

Utopía es el reflejo de un conflicto político, los grupos dominantes pueden estar tan ligados en su pensamiento a los intereses de una situación que, sencillamente son incapaces de percibir ciertos hechos que destruirían su sentido de dominación. La palabra ideología ciertamente obscurece el estado real de la sociedad.

Algunos grupos oprimidos están intelectualmente interesados en la destrucción y transformación social, pues su pensamiento es incapaz de diagnosticar correctamente la situación real, ya que solo se esfuerzan por cambiar el orden vigente: su pensamiento únicamente serviría para orientar la acción; en la mentalidad utópica, lo inconsciente colectivo, guiado por una apasionada representación ocultará aspectos de la realidad debilitando sus creencias.

Las armas intelectuales, que poseían los nuevos partidos, podían demostrar al adversario el descubrimiento del propio inconsciente con una intención hostil.

Con este descubrimiento del inconciente, los grupos han tratado de destruir la confianza de sus adversarios en su pensamiento; el proceso de exponer los elementos problemáticos del pensamiento —habían permanecido en el ocaso en la Edad Media— culminó en la ruina del pensamiento en general, ya que, mucha gente se refugió en el escepticismo o en el irracionalismo. El hombre representa su pensamiento como un segmento de su vida espiritual y no como hecho aislado.

La pluralidad de los estudios de pensamiento, han reconocido la existencia de los motivos del inconsciente colectivo. De cierta forma nuestras convicciones, que nacen de nuestra situación social, es nuestra verdad; el poder diagnosticar su situación individual y social. La evolución de la ciencia moderna conduce al desarrollo de una técnica del pensamiento por medio de la cual se excluye todo aquello que sólo es inteligible desde el punto de vista de su sentido.

Tal vez la sociología deba pasar por un proceso donde tendrá que sufrir deshumanización y formulaciones mecánicas, al igual que la psicología, quedando solo datos estadísticos, sin poder plantear el problema verdadero, pero de esta forma no se podrá plantear efectivamente la realidad. Uno de los propósitos de la ciencia social es diagnosticar situaciones en las cuales empleamos conceptos concretos, pero para trabajar en las ciencias sociales es preciso participar en el proceso social , ya que constituye un supuesto previo a la comprensión de la naturaleza.

Existe un punto en el que el complejo político de ideologías y utopías se vuelve materia de sociología y en el que escepticismo y relativismo se convierte en tabla de salvación, estos últimos obligan a una autocrítica y conducen a una nueva concepción de objetividad. El hombre alcanza la objetividad  y adquiere un yo por su referencia a su concepción del mundo, se enfrenta consigo mismo y se juzga, haciendo que nos volvamos visibles a nosotros mismos; entonces se revela la íntima conexión existente: entre el papel que desempeñamos y nuestras motivaciones y por otro lado, nuestra manera de percibir el mundo. Es por eso que tenemos una oportunidad relativa de emancipación del determinismo social que va en aumento cuando notamos ese determinismo.

Lo que se ocultaba a nosotros hasta ahora, y no estaba integrado a nuestra epistemología, es que el conocimiento en las ciencias sociales y políticas, en cierto punto, difiere de la ciencia formal y mecánica, la ciencia social adquiere tres nuevas tendencias:
  1. Autocrítica de las motivaciones inconscientes colectivas, en cuanto a que determinan el pensamiento moderno;
  2. Establecimiento de un nuevo tipo de historia del pensamiento, capaz de interpretar los cambios en las ideas en relación con los cambios históricosociales;
  3. Revisión a nuestra epistemología. La sociología del conocimiento, es en  este sentido la sistematización de la duda, que encontramos en la vida social.

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