19.10 Žižek, La matrix y el desierto de lo real – Versión de Karina Palillero

Bitácora de la sesión del 19 de octubre de 2012
Versión de Karina Palillero

La sesión del 19 de octubre en la que revisamos el texto de The Matrix, o las dos caras de la perversión, del autor esloveno Slavoj Žižek, comenzó con una serie de preguntas sobre el texto.

La primera duda se refirió al ejemplo del caso del juez alemán Schreber, que el autor utiliza para mostrar cómo en la realidad virtual parece ser que existe un gran Otro, el cual se encarga de coordinar la relación entre la mente y lo que yo siento como cuerpo. En concreto se quería saber el significado del universo inter-conexo que se menciona en el ejemplo.

Respuesta: El caso de Schreber trata sobre un juez alemán que sufría alucinaciones, las cuales anotaba en cuando tenía periodos de lucidez, tiempo después sus memorias fueron analizadas por Sigmund Freud. Le sirve al autor para ejemplificar el gran Otro porque comúnmente los paranoicos tiene la idea de que todos conspiran en contra de ellos con la finalidad de hacerlos sufrir, esto es que ven al universo interconectado en contra suya. Piensan que el mundo está ordenado para que todo le salga mal, como si alguien que está en contra suya maneja las cosas de tal forma que ellos salgan perjudicados.

La segunda pregunta fue ¿qué es la falsa participación?

Respuesta: La falsa participación o seudoactividad se refiere a la creencia que tenemos de que cuando realizamos una acción ejercemos una fuerza en el objeto que causa un efecto en su mecanismo, cuando en realidad no es así. Un ejemplo conocido es el del botón de “cerrar puertas” en el ascensor, que al apretarlo nos hace creer que influimos en el mecanismo del elevador y aceleramos el proceso de cierre, cuando en realidad no es así, pues tarda el mismo tiempo que si solamente hubiéramos apretado el botón con el número del piso al que vamos. Lo cual también se puede ver en la pseudoactividad intelectual donde se realizan debates que al no tener proyección en la vida de la sociedad en general lo único que hacen es mantener el statu quo.

La tercera pregunta fue ¿a qué se refiere el autor con la diferencia entre lo real y lo nouménico en la teoría Kantiana?

Respuesta: Antes se tenía la noción de que el objeto emanaba ciertas características que influían en el sujeto para percibirlo; sin embargo, a partir del análisis de Descartes, en donde habla de la duda metódica que después de hacernos creer que existe un genio maligno que nos controla podemos  obtener como prueba de nuestra existencia el poder dudar de las cosas, esta concepción fue sustituida por una nueva: la de que  el sujeto es el que determina al objeto y le proporciona las ideas o significados.

Desde la perspectiva Kantiana, cuando el sujeto se aproxima a un objeto sólo lo conoce por las apariencias que percibe de él, a lo que llama el fenómeno. Estas apariencias son sustentadas por el noumeno, que es lo “en sí mismo” del objeto. El sujeto accede únicamente a las apariencias porque al acercarse a un objeto tiene ciertas estructuras que condicionan lo que puede conocer. Dichas estructuras son:
  • Las empíricas: Que se basan en la experiencia que establecemos con el objeto a partir de nuestros sentidos.
  • Las trascendentales: Se trata de aquellas que hacen que el sujeto perciba el objeto a partir de las categorías de espacio y tiempo.

Žižek, fundamentando su idea en Hegel, dice que no se trata de que sólo nos quedemos en las apariencias sin poder acceder a lo nouménico, pues esta distinción no tiene sentido ya que el sujeto se relaciona hacia algo por medio de una pantalla, aunque busca conocer lo en sí del objeto. Y lo real se conforma tanto por la pantalla como por lo en sí del objeto.

La última pregunta fue ¿qué es la institución cero?

Respuesta: Es la ideología, la condición de posibilidad de los conceptos  compartidos, podemos hacerla análoga a las representaciones del espacio de la tribu Winnébago. Este ejemplo o analogía consiste en que se les pidió a miembros pertenecientes a grupos antagónicos dentro de la tribu Winnébago, de los Grandes Lagos, que hicieran un dibujo sobre la distribución espacial de las casas en su aldea.

El miembro perteneciente al primer grupo, “los de arriba” que podemos llamar conservadores, dibujó su aldea como un círculo que contenía dentro a otro círculo, cada uno con su distribución de casas. El segundo personaje, integrante del grupo de “los de abajo” o revolucionarios, trazó un círculo con una línea divisoria por la mitad en las partes resultantes (superior e inferior) dibujó viviendas. Vemos que cada uno representó, más allá de la disposición de las casas, un orden social jerárquico dentro de la aldea, los primeros con afán de conservarlo y los segundos en  busca de su transformación.

Esto no significa que se traten de dos realidades distintas sino que la representación que hacen de lo real es con base en la confrontación antagónica que se vive dentro de su espacio. En este caso resalta que ambos dibujaron la aldea dentro de un círculo, y éste representa un conjunto de posibilidad de compartir, que a pesar de ser evidente no es percibido por los individuos. Así el círculo básico que dibujaron es la ideología, los presupuestos teóricos, un espacio vacío.

Después de responder las dudas sobre el texto terminamos de revisar las características de la sociología del conocimiento que identifica Mannheim, en su texto sobre Ideología y Utopía.

1. La sociología del conocimiento se encarga de destacar la relación que existe entre el marco social –el desarrollo histórico– y la producción del conocimiento. Es decir, busca saber en qué grado las condiciones sociales determinan la producción intelectual de cierta época, tomando en cuenta que cada sociedad se enfrenta a problemáticas particulares que analizan los intelectuales en su momento.

2. La sociología del conocimiento intenta plantear un problema de acuerdo con las distintas formas en que se puede dar una discusión, éstas pueden ser:

 A-A  En este caso los sujetos comparten las mismas ideas, por lo cual no hay una discusión.
 A-B  Se trata de una disputa entre personas del mismo estrato social, pero distintas profesiones, por lo cual la discusión que entablen será respecto de tópicos específicos.
 A-b  Los individuos son de distintos estratos sociales y profesiones, por lo que las perspectivas serán muy distintas. De aquí se pueden desarrollar temas en los que haya coincidencias o discrepancias sin afectar nuestras diferencias, como el futbol o el clima. O bien, podemos buscar y descubrir cuál es el origen de nuestros desacuerdos, lo cual le interesa a la Sociología del conocimiento.
 
3. Estos desacuerdos, que busca la sociología del conocimiento, surgen cuando se adquiere conciencia de que existen diferentes perspectivas; hay tres maneras para adquirir esta conciencia: cuando una norma social deja de tener efectividad inmediata en el conjunto de lo social, cuando se  da un conflicto de interpretaciones entre grupos antagónicos internos de la sociedad o cuando cambiamos de posición social ya sea de forma horizontal –cuando no se cambia de estrato social, no se asciende ni desciende, sino que sigue siendo el mismo estrato en distintas condiciones, por ejemplo: de campesino a obrero– o vertical –consiste en la posibilidad de una cambio de pertenencia a un estrato social–. Fundamentalmente en el cambio vertical se obtiene esa conciencia.

4. La sociología del conocimiento se encargará de buscar en cada perspectiva afirmaciones con validez y relacionar  todo conocimiento con su momento histórico. Además se debe saber que todas las formas de ver el mundo pretenden ser válidas por lo que el sociólogo pretende hacer una síntesis total que le permita ver cómo se está construyendo socialmente la realidad.

5. La sociología del conocimiento se encargará de llevar a cabo un relacionismo y hablará de relativismo entendido como la forma de relacionar ciertos acontecimientos con algunas proposiciones, esto es, vincular algunos problemas con sus épocas. No se entiende el relativismo que supone que todo puede ser verdadero y que no hay verdad absoluta más que la afirmación de que no hay verdad absoluta.

Una vez concluida la revisión de Mannheim, abordamos tres puntos referentes al texto de Žižek.
  1. ¿Cómo aborda la problemática ideológica Žižek?
  2. Entender a la Matrix como el gran Otro
  3. Lo real

I. ¿Cómo aborda la problemática ideológica Žižek?


Parece ser que Matrix ejerce una fuerte impresión en todos los intelectuales que según su escuela o corriente filosófica ven reflejada en la película su pensamiento. Lo que les ha llamado la atención es la imagen de la Matrix como la ideología subyacente, como ese algo que nos controla y  manipula.

La película presentaría una analogía ambigua con los iconoclastas, sujetos que se oponen a la adoración de las imágenes (pues es una herejía porque esas imágenes no son en sí lo que representan). En oposición a los iconoclastas, y su destrucción de imágenes, en The Matrix se presenta a la realidad como una serie de números, es decir, hay una exaltación de las imágenes.

La enorme máquina que nos controla es visualizada como un mundo que encierra nuestra perspectiva e impide que veamos más allá. Esta visión paranoica de la realidad tiene como uno de sus antecedentes El Show de Truman, que es una película en la que un oficinista californiano va encontrando inconsistencias en su mundo, lo que lo lleva a descubrir que su vida es un reality. De esta forma se presenta una disyuntiva entre un mundo totalmente virtual y una realidad externa, lo cual es falso porque plantea dos realidades: el universo simbólico, lo que me dicen y descubro que es falso, y la verdad, el desierto de lo real que será lo que veo.

Esa disyuntiva es en sí misma ideológica, porque si yo lograra superar todas las ideologías con la pretensión de observar directamente el objeto real, lo que pasaría es que no encontraría nada; pues la realidad es un entramado del cual forma parte la misma pantalla. O sea, no importaría que alguien lograra salir de la realidad virtual pues siempre seguirá conservando las categorías de la Matrix y sin categorías conceptuales no podría ver nada, por eso la única forma de combatir la Matrix  es dentro de ella. Podemos asemejar esto a una situación en la que observamos un objeto que no nos es familiar, en ese caso sabemos que es un objeto desconocido al relacionarlo con los demás objetos que sí conocemos, es decir, yo sé que desconozco algo sólo porque conozco a los otros objetos.

Resumiendo decimos que es gracias a todo nuestro entramado conceptual que interpretamos la realidad, la cual al mismo tiempo se encuentra construida por esas categorías.

II. La Matrix como el gran Otro


Por eso podemos entender a la Matrix como el gran Otro, lo que quiere decir que es el orden simbólico; aquello que creíamos era lo real pero que al ser la manera en que yo estructuro lo real parece ser falso; sin embargo, yo sólo puedo acceder a lo real por medio de ese orden simbólico, simplemente no puedo abstraerme de él, por lo tanto es parte de lo real.

Esto es un proceso por el cual por medio de algunas categorías atribuimos una coherencia a algo que en principio no la tiene, lo cual se parece a la paranoia. En este sentido las ideologías, vistas como la institución cero, creen que la coherencia está en función suya. De tal forma que la Matrix, presentada como el gran Otro en la película, para Žižek no es más que el hueco que permite que se den todas las relaciones, es decir, no existe como el gran Otro más que en la cabeza del paranoico o bien del ideologizado.

El atribuir esa coherencia a lo incoherente en principio nos lleva al contrario del ideal ilustrado, que los expertos de la ciencia y la razón dirijan el desarrollo de la humanidad, ya que ni siquiera se puede acudir a los expertos para pedirles una solución a los problemas contemporáneos, pues ni entre ellos establecen un mínimo de consenso sobre temas controversiales, como los productos transgénicos; si no hay un acuerdo entre los investigadores es de suponer que en la sociedad en general tampoco haya una alternativa clara. En el ámbito político se ve en la situación del ciudadano a quien se le da la posibilidad de decidir, aunque no se le proporciona la información necesaria o se le satura con posturas diferentes y descalificaciones constantes.

Por lo tanto, el gran Otro no existe, si existiera debería ser coherente y absoluto. En realidad el gran Otro es como la locura que no es objetiva, es decir, que no tiene ciertos contenidos necesarios, sino que se da cuando una persona se desapega de la normalidad o colectividad. La locura es contextual y en ella se confunde el orden simbólico con lo real.

III. Lo real


Para Žižek, siguiendo a Hegel, la pantalla en conjunto con lo en sí de los objetos es lo real. No existe una realidad auténtica detrás de las apariencias, éstas son lo real. Siendo la pantalla lo real es por eso que la lucha se debe dar siempre dentro de la Matrix, no fuera de ella. Desde la concepción Marxista debemos transformar las condiciones materiales; pero desde esta concepción de la realidad nos tenemos que preguntar acerca de la pertinencia o no de la ideología, de las instituciones políticas, de la institución cero.

La ideología es una institución cero, un estructurante vacío dentro del cual se establecen y cobran sentido las relaciones sociales. Acerca de la verdad de la realidad y de la ideología se puede asemejar a la explicación de Freud sobre la estructura de los sueños. En la interpretación de los sueños, Freud dice que éstos tienen tres niveles:
  • Contenido manifiesto del sueño: Es aquello de que recordamos al despertar.
  • El contenido latente: Se encuentra oculto por el manifiesto, pero puedo descubrirlo con el psicoanálisis.
  • Deseos inconscientes: Son deseos, generalmente sexuales, que reprimimos y están ocultos por el contenido latente.

Entonces la verdad del sueño radica en los tres niveles, pues sólo existe cada uno en función del otro al igual que en lo real donde las apariencias también pertenecen a este conjunto.

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